Antes del partido contra Panamá, se instaló la pregunta si Messi
debería jugar con la selección Argentina, es más, se creó teorías abstractas
sustentando la absurda hipótesis de que Messi no debería jugar con la selección
mayor de la Argentina, las teorías se compartieron, se volvió tendencia y
mutaron en enfermedad.
Arturo Vidal luego de perder contra la Argentina, ponía las
primeras columnas para que la pregunta se instale en tierras gauchas. “Es complicado que Argentina juegue mejor
sin Messi, pero hoy nos presionaron mejor” cual guionista galardonado el
chileno mostraba su histrionismo para de una farsa crear una realidad.
Argentina jugaba mejor sin Messi.
Como en el chisme, solo basta que una vecina diga una
mentira para que el barrio lo convierta en realidad y se califique a la persona
aludida en base a esa falacia. Se convirtió en una plaga. El periodismo mundial
se estaba contagiando de ella, la contaminación había sobrepasado tierras
argentinas y se esparcía por América, Oceanía, África y Europa. Nadie pudo
detenerla, era un virus antiguo que había resurgido para contagiar a todo aquel
que tenga relación con el fútbol. Cuando se hablaba de la Copa América o la
Eurocopa, aunque no tenía ninguna relación, Argentina jugaba mejor sin Messi.
Pero como todo en su momento tiene cura y si no la hay lo
habrá en algún momento, fue el fútbol quien salió en la defensa del 10
argentino. Messi no habla con los periodistas, habla con el balón, no habla con
los rivales, habla con el fútbol, no se enoja porque sabe que este deporte
quien tiene una relación bastante íntima con “Leo” siempre será su mejor
defensor. Soy un hombre Católico, creo en Dios, pero también creo en que Messi
es un omnipotente en este deporte, hay una relación que nosotros, los de carne
y hueso, todavía no comprendemos y quizás no comprenderemos hasta el ocaso de
su carrera, porque no estamos preparados, porque Messi nos dice “Ahora no
muchachos, ahora no” y el día que nos demos cuenta cuál, donde, cómo, por qué,
será muy tarde.
Como bombero llegó el partido contra Panamá, Leo hizo 3
goles en 35 minutos y se acabó la plaga. Argentina sin Messi en estos momentos
es como un tango sin Gardel, o un poema sin Neruda, Argentina sin Messi es una
incertidumbre, no se sabe que pasará, aun cuando juega Messi no se sabe que
pasará, pero si sabemos que pasará algo bueno cuando esté en la cancha. A esa
plaga no la vimos más, pero esto no es una despedida, es solo un hasta luego,
porque el 10 argentino está marcado de por vida, porque al menor error el
pueblo lo castigará, sin piedad, sin vergüenza, sin temor. Pero ya lo dijo
Muhammad Ali en su momento “No solo los noqueo sino que elijo el round” Lionel
no solo gana partidos sino que hace que sus detractores busquen la cueva más
oscura y tenebrosa y se sumergan en ella, hasta una próxima oportunidad, ahí
recién saldrán con lanzas y espadas con la finalidad de dañar, herir y hasta
matar porque para ellos la Argentina juega mejor sin Messi.
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