Cuando iniciábamos la Copa América teníamos varias
certezas, era en honor a los 100 años de
la competición, comprendía equipos de la CONCACAF-CONMEBOL y que Estados Unidos
iba a ser local del torneo. Hasta ahí todas nuestras afirmaciones eran
correctas, sin embargo pasó por agua tibia la participación de un equipo que no
se sonroja al mirarle las caras a las selecciones sudamericanas, porque estas
se jactan que la Copa América es su torneo por excelencia y que la costumbre
los ha hecho especialistas en la misma, pero México pidió permiso entre los
modestos equipos de centro américa, se ha parado nada más y nada menos al
frente del equipo más copero del torneo y le ha ganado, México les ha dicho que
este no es su torneo y que no es su casa, se lo ha vociferado a Uruguay y a
todos los sudamericanos mientras que su hinchada ha respondido, porque ayer no
se ha jugado en el University of Phoenix Stadium, ayer se ha jugado en el
Estadio Azteca.
Es comprensible que dentro del desorden puede haber orden
colectivo, que saliendo de tu posición puedes generar solidaridad, que las
basculaciones no necesariamente pueden ser en bloque. México ayer se ha
mostrado enigmático, porque cuando no logras comprender cuál es la formación
del equipo durante los 10 primeros minutos es porque están saliendo, entrando,
ocupando espacios, movilizándose rápido, verticalizando mucho, y eso para el
ojo humano es difícil de seguir. Para analizar el 3-4-3 de la tricolor primero
tenemos que comenzar sobre los cimientos que se forma el equipo, y en eso el
hombre clave es ´Rafa´ Marquez. Guardiola allá por el 2014 declaraba esto sobre
el central mexicano “sigue siendo un jugador fantástico a pesar de su edad.
Nadie en el mundo, o tal vez habrá alguno más, tiene esa experiencia de hacer
mejores a sus compañeros a través de su juego” y es que es eso, Marquez es
aquel central que al parecer comprende como nadie en el mundo la salida de
balón, un jugador que transmite una elegancia inglesa y una seguridad italiana,
que tiene pase corto pero mucho más pase largo, prueba de esto es el pase a
Guardado previo al primer gol mexicano, que cuando mete el segundo coge el
escudo de México de una forma que intimida a cualquiera. Moreno y Araujo
depositan su confianza en el capitán, no se puede imaginar una línea de 3 sin
Marquez en el equipo, no es solo el referente, es el que mejor entiende el
juego desde abajo y desde ahí origina todo.
Ayer el ´Rafa´ tuvo respuesta ante dos escenarios uruguayos,
en un repliegue celeste Marquez salía con balón dominado posicionando al equipo
junto a los centrales muy arriba y cuando lo presionaban tocaba y se iba al
espacio, mostrándose como opción de pase pero dejando un hueco en su zona, es
ahí donde entra a tallar Diego Reyes, el jugador de la Real Sociedad es el que
siempre ha tenido el botiquín de seguridad todo el tiempo. Reyes cubría las
espaldas de Marquez porque sabía que la salida era prolija solo si pasaba por
el capitán mexicano, se ubica atrás del ´Rafa´ o bajaba a ser segundo central,
de ambas formas Reyes tácticamente estuvo perfecto.
Pero las bandas han sido el lugar preferido de los
Mexicanos, Aquino por derecha y Corona por izquierda han sido oxigeno en esos
cambios de orientación, han ampliado a los laterales uruguayos dejando el
pasillo interior para Layún y Guardado, donde este último ha sido declarado
figura. El jugador del PSV hizo de la presión uruguaya un patio de niños, ha
dejado a Arévalo Ríos en miniatura y sin exagerar ha tenido jugadas de
Ronaldinho, como ese sombrero que finaliza dominando el balón con la cabeza en
el segundo tiempo. Guardado además ha colocado pases entre líneas para
´chicharito´ y Herrera en espacios reducidos, a una velocidad precisa,
inalcanzable para los rivales, recepcionable para el compañero. En el segundo
tiempo Godín y Cavanni se han hecho cargo del equipo y el orgullo uruguayo, de
la mano de ambos llegó el empate y casi el segundo si no fuera por Roldan, pero
la entrada de Hirving Lozano por Aquino refrescó todo. Dicen que una gambeta
desarma todo sistema defensivo, y el extremo del Pachuca ha gambeteado como si
no hubiera mañana ante un Pereira que se ha mostrado incapaz de hacerle frente
y detenerle.
No hay jugador más querido que ´chicharito´ Hernandez,
dentro de este sistema tan vertiginozo que plantea Osorio el ´chicharito´ es
fundamental, Godín no ha podido con él y con su movilidad; ya se percibió algo
en la final de Lisboa en el 2014, pero hoy se reafirma lo dicho, Hernandez es
el dueño de la velocidad, de los movimientos y de los espacios, es el jugador
más difícil de tomar, a Godín se le anticipó un par de veces y por mucho, lo ha
cansado, lo ha movido demasiado y por casi nada a estado del gol.
Si se pensaba que el local era Estados Unidos, estábamos
equivocados, el local señores es México y
con la generación de jugadores que tiene, huele sangre, le ha dado
hambre, hambre que solo se saciará logrando la 100 de la Copa América.
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