miércoles, 6 de abril de 2016

Cristal y el equilibrio Di Stefano


“Equilibrio es el inventivo natural del individuo, porque las cosas que se hacen futbolísticamente son intuitivas” exponía Alfredo Di Stéfano.  Ayer vimos el claro ejemplo de la ausencia de equilibrio en un equipo peruano. Cristal ha sacado los dientes para mostrar sus fortalezas pero escondido las garras a la hora de defender.

El partido sugería, sin ser tan optimista, que se podía sacar un buen resultado en la visita a Argentina, un huracán que tiene como principal arma de ataque a Wanchope Abila, el delantero que inspiraba miedo en la primera línea y en el banoc del sporting. “ojo con el 9 Jorge, ojo con el 9” gritaba Soso a Cazulo con la intención de que el delantero esté siempre bien tomado, pero esta vez la habilidad le ganó a la profecía.

Con un 4-2-3-1 la ´celeste´saltaba al gramado del Tomás Ducó, donde Calcaterra con mucha libertad transformaba el triángulo (Calcaterra, Ballón… vértice Lobatón) a una pirámide invertida (Ballón mediocentro y horacio a la altura de Lobatón) siendo Horacio el que tenía más llegada en área rival, prueba de esto es el segundo gol de cristal. La sorpresa vino por las bandas. En una asimétrica formación rimense, Céspedes, aquel lateral con proyección constante y juego interior, no subió demasiado, siempre a la altura de Rodriguez y pasando poco la mediacancha. Esto se explica por el estudio que tuvo Mariano al equipo rival, ante la peligrosidad que se veía en Lucas Chacana, Mariano prefirió cautela antes que atrevimiento. Por el otro lado Revoredo es el que más ha trepado. Ante las subidas de Calcaterra, Revoredo se ponía a la altura de interior y a veces de wing, pero sin consolidar el ida y vuelta que dejaba pagando siempre a la defensa.

En el principio del texto mencionábamos a Di Stefano para hablar sobre el equilibrio, y es que Sporting Cristal deja muchas falencias en la línea defensiva, en el retroceso de su mediocampo, y en las basculaciones de ambas líneas. Ante el constante retroceso que tiene Ballón hacía la primera línea e incrustarse entre Cazulo y Rodriguez deja el espacio vacio en el mediocentro, imposible de ocupar por Calcaterra y Lobatón por lentitud y aprovechado por el equipo rival, lugar que ha sabido capitalizar Daniel Montenegro.


La ´maquina celeste´, equipo rico en ataque y pobre en defensa, tiene dos opciones, o meter muchos goles y terminar 4-3 los partidos o mejorar sus dos primeras líneas, buscar esa cocción término medio que lo haga un equipo digerible para la vista y apetecible para el fútbol, Cristal necesita ese equilibrio del que habla Di Stefano.

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